Amiguitos...
tengo que contestarle a Horacito, porque se ha vuelto un asiduo comentarista de este blog, y últimamente no me gusta que los trate mal a ustedes... Ésto empieza hace algún tiempo, pero se desata en el post anterior... (si quieren lean primero los comentarios en el post anterior)
A ver, Horacito, vamos por partes...
Lo que hacés en tus comentarios en este blog, es paralelo y coherente con tu manera de leer la historia. Entrás a un espacio abierto, donde se te permite expresarte. Frank te habla desde un lugar bueno, sin intención de ofenderte, pese a que acaba de recibir de vos (él y todos mis otros amiguitos) la ofensa de ser un asno. Entonces volvés a ofenderlo porque hizo una metáfora con tu insulto.
Considerando tu ofrecimiento de obtener la verdad revelada, seguí el link (esperando encontrar algo que hubiera brotado de tu sistema neuronal) y me encuentro con una nota de un tal Claudio Chaves, que derrama cientos de palabras para descalificar a Horacio Verbitsky, por su artículo acerca de Ceferino Namuncurá.
Según Chaves, el periodista de Página 12 se ensaña contra la Iglesia, Roca y el Ejército.
Acerca de los conceptos de Chaves sobre Verbitsky, no me interesa explayarme. Pero sí respecto a eso de “desasnarme”, o sea, el contenido de la opinión de Chaves que vos rescatás.
Es encantadora la mirada que Chaves tiene sobre la “Campaña al desierto”
Dice “La acción militar contra el indio fue un reclamo permanente de todo el arco social de fines del siglo XIX. Desde los poderosos estancieros hasta el gaucho más pobre veían la necesidad de terminar con esa plaga.”
PLAGA: se considera plaga a cualquier animal (insectos preferentemente) que produce daños.
Curiosa palabra para definir a un grupo de seres humanos... El reclamo permanente de “todo el arco social” me hace acordar al verso que le metieron a la gente en los 70’... ( tiraron de la cuerda durante décadas, hasta que se organizaron grupos para resistir a las repetidas dictaduras, los arrinconaron hasta que empezaron las respuestas violentas, después los acusaron de plaga, los exterminaron y justificaron la matanza con el mismísimo argumento... “era un reclamo de todo el arco social”)
Seguramente, todo el arco social no reclamaba que después de asesinar centenares de aborígenes en cada expedición, se llevaran los restos, los descarnaran y los expusieran en el Museo de La Plata, al lado de los dinosaurios. No contentos con eso, saqueaban las poblaciones, se llevaban como “botín de guerra” todo lo que fuera curiosamente mostrable en una vitrina. Y todavía faltaba la profanación de las tumbas de los cementerios aborígenes... así seguían colgando esqueletos en el prestigioso Museo de la Plata.
Si así los respetaron después de muertos, cómo los habrán respetado de vivos, no?
Y sigue:
“ Los indios pampas eran ladrones, no otra cultura. Es un grueso error explicar esta guerra atribuyéndolo a una lucha intercultural. Los indígenas estaban colgados a lo peor de nuestra civilización: el alcohol, el robo, la violencia y el vicio” ... “Robaban cuanto podían incluyendo el secuestro de hombres, mujeres y niños que usaban en sus tolderías para las labores más viles, lograban venderlos por algunas monedas en Chile, o pedían rescate a sus familiares directos. Practicaban el secuestro extorsivo.”... “Apuraban a los distintos gobiernos para lograr de ellos una paga que comprara su irrecuperable conducta.”
Y bueh... Las atrocidades cometidas en nombre de la "civilización" (antes) y de “salvar a la patria” (después) dan cuenta del secuestro de chicos, las matanzas de prisioneros (de lo que les gusta llamar guerra), la violación sexual sistemática, los tormentos, el robo ... digamos que proviene de gente que está colgada a lo peor de nuestra civilización, en contra de gente a la que consideran lo peor de nuestra civilización, no?.
Difícil de interpretar, incluso dentro de tu esquema, que para luchar contra el canibalismo, te vas a comer crudos a los caníbales...
Vendrían a ser los actuales argumentos para justificar la matanza en cuentagotas de delincuentes comunes, los “motines originados por peleas entre presos”. O sea, no me gustan, no me convienen, entonces los mato. La solución final aplicada hasta el cansancio como si no fuesen capaces, tan inteligentes que son, de formular otro tipo de respuesta.
Lo que pasa es que otro tipo de salida, implica empezar por considerar que ese ser humano que colocan en la categoría de “el otro” ES UN SER HUMANO, con su dignidad, con su historia y su cultura. Y ahí se complica... hay que ver muchas variables, difíciles de equilibrar, para llegar a una acuerdo que satisfaga a todos por igual... lo que jamás fué un objetivo... es más fácil y rápido liquidarlos.
“Plagados están nuestros archivos históricos de estos acuerdos pampas. Sueldos para los caciques, sueldos para los caciquejos, sueldos para los capitanejos y sueldos para todos. Un regalo inexplicable para mantener una paz que jamás se cumplía. Se les regalaba, también, azúcar, yerba, tabaco, alcohol y ganado. Fortunas inmensas se gastaban para comprar su apriete.”
Acá vendría a definir lo que repiten ahora como loros, respecto de los piqueteros. Te cuento que los acuerdos que celebraban con los caciques, eran irrespetados por “el civilizado”, que pretendía que el aborigen “cediera” de motu propio sus derechos. Lo que querían con la “acción militar” era lisa y llanamente apropiarse de las tierras, y los aborígenes no se dejaron y resistieron hasta donde les dió el cuero.
“Los florecientes pueblos y villorrios que recostados sobre las fronteras de la civilización sufrían el permanente acoso de los malones pedían a gritos acabar con el problema.”
Siempre escuchan el pedido a gritos de alguien que confía que acaben con el problema... Y la única manera de acabar con el problema es matarlos a todos.
“Verbitsky, nos presenta un Calfucurá tierno y amistoso, con ciertos rasgos de humana religiosidad. Casi un abuelo familiero. Este "dulce y enternecedor" anciano poco antes de morir dirigió un gigantesco malón de seis mil indios sobre los partidos de Alvear, 25 de Mayo y 9 de Julio. Saqueó establecimientos y poblaciones, donde se apoderó de 200.000 cabezas de ganado, 500 cautivos y mató a unos 300 pobladores luego de incendiar sus viviendas. Como puede apreciarse un espléndido ejemplo de modelo social alternativo.”
Digo yo, dentro de mi cabeza de asno ... ¿no era una “acción militar”? ¿No era una guerra entre el civilizador y el indio? ¿Qué querías? que se dejen matar sin defenderse? Si Calfulcurá organizó un malón de 6000 indios... (que no sé dónde vivían porque según todos ustedes, la campaña era a un DESIERTO...) Calfulcurá fue, sin dudas, un espléndido ejemplo de cacique comprometido con el destino de su gente.
La lucha tremendamente desigual, unos con Remingtons, otros con lanzas... les hicieron guerra de guerrillas, Horacito... se apoderaban del ganado e incendiaban las viviendas en defensa... no sé qué parte no entendés...
“Causa extrañeza que un representante de la izquierda ortodoxa haga una ponderación de la marginalidad y el lumpenaje (como eran los pampas) elevándolos al nivel de sujetos de la historia. El pensamiento marxista argentino es de una pobreza secular. Sujetos de la historia para el marxismo verdadero han sido los obreros no los delincuentes. ¿En que abismo de barbarie intelectual han caído los actuales representantes de esta corriente que consideran a la marginalidad y la delincuencia portadores de principios capaces de construir una sociedad mejor?”
Marginales y lúmpenes elevados a sujetos de la historia... así define el amigo Chaves a los aborígenes... Todavía dice que para el marxismo verdadero, sujetos son los obreros, no los delincuentes... o sea, los obreros que vinieron con las masas inmigratorias (porque ya que habían exterminado a los aborígenes, tuvieron que traer mano de obra, sino ¿quién laburaba?) y fueron fusilados de a miles por las FFAA, durante principios del 1900... los oprimieron hasta el hartazgo durante décadas y después los asesinaron durante la dictadura 76-83... ¿En qué abismo de barbarie intelectual ha caído la derecha que considera a los aborígenes como plaga, y a los obreros y estudiantes como terroristas ... y a las FFAA portadores de principios capaces de construir una sociedad mejor?
“Cuando en el mismo artículo el periodista afirma que los indígenas fueron vencidos para edificar un modelo económico agroexportador, como si esto fuera el peor de los maleficios, me pregunto ¿es que acaso los indígenas promovían un modelo alternativo? ¿Alguien en el país fomentaba otra opción?”
El modelo agroexportador que ejecutaron los vencedores fué, de hecho, el peor de los maleficios, porque se basó en el robo de las tierras, la sangre vertida de miles de compatriotas (seres humanos), el enriquecimiento infinito de un grupete de personas y el sometimiento a la indignidad de millones.
Siempre la misma cantinela... "la esperanza del destino de grandeza para la Patria”... Patria conformada por algunas pocas, poquísimas familias, entre quienes se repartieron millones de hectáreas de tierra. Diferente hubiera sido si la tierra hubiera repartida entre los inmigrantes, colonias agrícolas de productores, como en EEUU. No señor! gigantescos latifundios exportadores, propiedad de los patriotas con patria en otra parte, como dijo uno.
Sinceramente, me extraña que con esos argumentos creas que se “desasna” a alguien, Horacito.
27 noviembre 2007
24 noviembre 2007
SAN CEFERINO?
No me especializo en temas de religiosidad popular, no sabía nada de Ceferino Namuncurá, de manera que anduve indagando, porque me olía mal.
La Iglesia beatificando a un indiecito mapuche? ummmhhh.
Ceferino murió en Roma el 11 de mayo de 1905 a causa de la tuberculosis, es decir... de 19 años
Su abuelo, fue el gran cacique Calfucurá líder de la confederación que aglutinó a varias tribus dispersas y que con más de tres mil guerreros se defendió del avance de los blancos.
Mantuvo durante décadas una relación de paz armada con el gobierno bonaerense de Rosas, a quien apoyó con hombres de combate en la batalla de Caseros de 1852.
Luego de la victoria de Urquiza, Calfucurá le envió a su hijo Manuel Namuncurá, quien fue convertido al catolicismo en Paraná. (Y ahí cagamos...)
Calfucurá murió en 1873 y su tumba fue profanada por "la soldadesca" del Ejército, según la calificación del canciller Estanislao Severo Zevallos (otro día hablamos de este quía).
Cuando profanaron la tumba con los restos de Calfulcurá exhumaron los de su caballo, diversas armas y veinte botellas de anís, caña, ginebra, aguardiente, licor de manzanas, cognac y agua, lo que a su juicio revela que estos indios "conservan una noción oscura de la inmortalidad del alma".
Calfucurá murió en 1873.
Manuel Namuncurá, el 5 de mayo de 1884 se sometió a las tropas del general Julio Roca. Y el Ejército vencedor concedió a Manuel Namuncurá ocho hectáreas de tierra y el grado de coronel
Acá está el padre de Ceferino disfrazado de coronel del ejército.
LOS MILAGROS DE CEFERINO...
El escritor católico Manuel Gálvez, quien llamó a Ceferino ‘El santito de la toldería', se sintió obligado a explicar hace sesenta años por qué había decidido escribir la biografía de "un oscuro indiecito que pasó ignorado por este mundo y que nada hizo de importante".
Sus argumentos son notables:
A todo esto, apareció en LA NUEVA PROVINCIA... ese diario tan democrático y progresista que tiene Bahía Blanca... una nota, sin desperdicio. Por favor, lean:
Intensa alegría y preocupación
Juan E. Olmedo Alba Posse
Indigenismo.
Por otra parte, es harto previsible una confusión religiosa cada vez más profunda. Ya sembrada por cierta pastoral asistencial y laica, que sin ambages apunta a un rescate cultural no exento del enaltecimiento de cultos paganos. Acrecienta la preocupación el conocimiento de algunas expresiones no lejanas, atribuidas al presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen (monseñor Marcelo Angiolo Melani, obispo de Neuquén, nacido en Italia). Las cuales acusan el "exterminio planificado" de aborígenes, señalando la conveniencia de reconocer la religión y las tradiciones expresadas en ritos y celebraciones indígenas... Cabe, en fin, recordar la cercanía al paganismo en la rendida oración a la Tierra, que en la Semana de los Pueblos Indígenas (2005) se impartió para la celebración litúrgica.
Mapuches. Es curioso el acompañamiento de todo fervor indigenista con el uso de palabras simbólicas, que disparan slogans desatando diatribas en cascada. Un caso, por ejemplo, es la denominación "mapuche" (suplantando al araucano) que --cosa notable-- se abstuvo de utilizar el principal ídolo político apropiado por los montoneros contemporáneos. Juan Domingo Perón ignora al mapuche en el mismo título de su Toponimia patagónica de etimología araucana . Igual que Eliseo Tello (Toponimio araucano-pampa) y Enrique Stieben (Toponimia araucana).
Es que, en cambio, los ideólogos nativos de toda especie parecen haber encontrado cierta eufonía en la palabra mapuche, apta quizás para evocar una extrema debilidad, esquilmada, esclavizada o exterminada. Y ahora querrán servirse del recuerdo del "joven mapuche", incitando a "los hombres y mujeres de la Patagonia" para que sigan empecinados "en reclamar un espacio de pampa en la tierra, un destino en el cielo de la patria que finalmente los winkas incorporaron a la Constitución Nacional de 1994...". Como dijera eufórico un hagiógrafo aficionado, sin el menor rasgo nativo.
Para esto, los marxistas siguen, como siempre, contrariando la historia. Porque los viejos "mapuches" fueron precisamente aborígenes del Este de los Andes que --para nada oprimidos-- cruzaron la cordillera, sojuzgando en la Patagonia a la raza aonikenk (tehuelches). Pero, ¿qué les hace un dislate más a los inventores del Estado Terrorista?
Mito y verdad. Aprovechando la ocasión, una desenfrenada carrera mitológica se empeña a la vez en presentar a los aborígenes con bellos atributos de justicia y mansedumbre, contrapuestos al bárbaro accionar de los conquistadores del desierto. Y en la ocasión hay quienes resaltan, para esto, las indudables virtudes heroicas del santito de la toldería. Pero, en fin, sin mengua de la santidad de nuestro beato, sino al contrario resaltando sus méritos, la genealogía y la historia vienen a poner las cosas en su lugar.
Ceferino era hijo del cacique Manuel Namuncurá y de Rosario Burgos; la cual era una cautiva cristiana. Es impresionante que casi todas las biografías repiten lo mismo, sin ningún comentario sobre esta última condición del nuevo beato, mitad indio mitad "huinca". Realmente, el silencio sorprende. Porque, además, nada pinta más crudamente a los salvajes (y al riesgo y sufrimiento de los cristianos) que el cautiverio de las mujeres robadas por el malón. Las cautivas --dice una conmovedora crónica de aquellos tiempos-- soportan "la cruel e implacable furia de las indias celosas, los golpes y heridas que éstas les infieren en su delirio erótico, cuando creen que ellas provocan la atención de los indios y los horrores de una cautividad sujeta a los caprichos insaciables y feroces de los bárbaros más audaces. El espectáculo de los seres queridos inmolados, de las tiernas criaturas arrancadas de sus propios brazos para lancearlas a su vista o para regalarlas a indios que se retiran a sus tolderías lejanas, el recuerdo siniestro del incendio que devoró sus hogares y de la sangre en ellos vertida por sus defensores queridos, hunden sus almas en las angustias del martirio supremo".
Respetuosa conclusión. Ceferino Namuncurá es un verdadero milagro de la Gracia y un inmenso bien para la Argentina. Ojalá nos obre el nuevo milagro de evitar que su beatificación sea desdibujada por los marxistas y progresistas al acecho.
Juan E. Olmedo Alba Posse es abogado y docente universitario
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/nc/11/11/2007/7bb008.html
Y bueno, queridos amiguitos... cuando uno cree que ya no pueden superar nuestra capacidad de asco, ellos lo logran...
La Iglesia beatificando a un indiecito mapuche? ummmhhh.
La cosa es así:
Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 en Chimpay (Rio Negro) . Su padre, Manuel Namuncurá, un cacique de 75 años, y su madre, Rosario Burgos, de 29.
Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 en Chimpay (Rio Negro) . Su padre, Manuel Namuncurá, un cacique de 75 años, y su madre, Rosario Burgos, de 29.
Ceferino murió en Roma el 11 de mayo de 1905 a causa de la tuberculosis, es decir... de 19 años
Su abuelo, fue el gran cacique Calfucurá líder de la confederación que aglutinó a varias tribus dispersas y que con más de tres mil guerreros se defendió del avance de los blancos.
Mantuvo durante décadas una relación de paz armada con el gobierno bonaerense de Rosas, a quien apoyó con hombres de combate en la batalla de Caseros de 1852.
Luego de la victoria de Urquiza, Calfucurá le envió a su hijo Manuel Namuncurá, quien fue convertido al catolicismo en Paraná. (Y ahí cagamos...)
Calfucurá murió en 1873 y su tumba fue profanada por "la soldadesca" del Ejército, según la calificación del canciller Estanislao Severo Zevallos (otro día hablamos de este quía).
Cuando profanaron la tumba con los restos de Calfulcurá exhumaron los de su caballo, diversas armas y veinte botellas de anís, caña, ginebra, aguardiente, licor de manzanas, cognac y agua, lo que a su juicio revela que estos indios "conservan una noción oscura de la inmortalidad del alma".
(siempre fueron increíbles, no? profanar una tumba no es una noción oscura...)
Este es Levalle, de viejo.
La tropa del general Levalle, dice Zeballos en sus ‘Episodios en tierras del sur', "había trabajado medio día al rayo del solazo de esta época y encontró en las botellas un refrescante que debió parecerle tan delicioso como los helados de la confitería del Aguila. En un instante fueron agotadas las botellas de las bebidas del finado, que estaban herméticamente cerradas y cuyos tapones volaban con gollete, bajo el lomo de los puñales".
Es decir, profanaron la tumba de un respetadísimo cacique, se chuparon lo que contenía (seguramente si habìan enterrado con Calfulcurá a su caballo y le habían puesto bebidas, era porque consideraban que debía emprender un largo viaje...)
Yo no me imagino profanando una tumba y tomándome la botella de lo que sea que estaba junto al muerto... después los calificaban de salvajes?
Zeballos, con su porte encocorado llegó a reunir una colección de 150 cráneos que varios coroneles de Roca le traían como regalo para su museo privado junto con objetos de plata y con las varias cajas del importante archivo del cacicazgo de Salinas Grandes, saqueados a las comunidades aborígenes.
Calfucurá murió en 1873.
Manuel Namuncurá, el 5 de mayo de 1884 se sometió a las tropas del general Julio Roca. Y el Ejército vencedor concedió a Manuel Namuncurá ocho hectáreas de tierra y el grado de coronel
Acá está el padre de Ceferino disfrazado de coronel del ejército.
LOS MILAGROS DE CEFERINO...
Si no me equivoco, para que beatifiquen a alguien deben comprobar que hizo milagros... Las referencias a milagros de Ceferino, no las encontré. Tal vez me equivoco... no quiero ofender a nadie.
De muy niño, Ceferino cayó a las aguas del río Negro y fue arrastrado por la corriente, pero se salvó de morir, lo que los suyos siempre vieron como un milagro.
De muy niño, Ceferino cayó a las aguas del río Negro y fue arrastrado por la corriente, pero se salvó de morir, lo que los suyos siempre vieron como un milagro.
El escritor católico Manuel Gálvez, quien llamó a Ceferino ‘El santito de la toldería', se sintió obligado a explicar hace sesenta años por qué había decidido escribir la biografía de "un oscuro indiecito que pasó ignorado por este mundo y que nada hizo de importante".
Sus argumentos son notables:
"Más que la virtud de Ceferino y que sus formidables antepasados, me ha atraído el contraste entre el ambiente en que nació, la pampa bárbara, y el ambiente en que vivió, la Roma de Pío X. No, no ha habido en el mundo, nunca jamás, una posición igual. En la pampa de Calfucurá y de Namuncurá, sangre, violencias, saqueos, latrocinios, corrupción, ignorancia absoluta, paganismo. En el ambiente que rodeó a Ceferino en sus últimos meses, la Iglesia de Cristo, la bondad del Santo Padre, la cultura latina y cristiana. Con pocos años de diferencia, el hijo de la Pampa, que oyera entre los suyos los relatos de los malones, oirá la palabra del representante de Cristo y las voces maravillosas del órgano en San Pedro del Vaticano. ¿No es un milagro eso de haber pasado desde los ranchos junto al Collon-Curá hasta la capilla Sixtina, decorada por Buonarroti?"
A todo esto, apareció en LA NUEVA PROVINCIA... ese diario tan democrático y progresista que tiene Bahía Blanca... una nota, sin desperdicio. Por favor, lean:
Intensa alegría y preocupación
Juan E. Olmedo Alba Posse
Indigenismo.
Junto a la inconmovible alegría por la beatificación de Ceferino Namuncurá, al llegar la fecha se acentúa la expectativa por la amenaza de una ola "indigenista" que quiere desatarse en la ocasión. Emoción netamente ideológica, ajena en rigor a supuestos sentimientos de misericordia, de justicia o reivindicatorios. Ni ánimo dirigido a desterrar el sufrimiento, la pobreza o el oprobio de hermanos desvalidos y queridos. Ni para cotejar la miseria de los desamparados con las presentes ostentaciones y derroches democráticos. Sino para lanzar nuevos ataques a las evangelización y las raíces históricas argentinas. Lo grotesco del caso, y tal vez el más raro síntoma del momento, es que en toda la bambolla indigenista fogoneada por el marxismo gramsciano, participan --engañados o cómplices-- personajes extranjeros, clérigos y... hasta dignatarios eclesiásticos.
Por otra parte, es harto previsible una confusión religiosa cada vez más profunda. Ya sembrada por cierta pastoral asistencial y laica, que sin ambages apunta a un rescate cultural no exento del enaltecimiento de cultos paganos. Acrecienta la preocupación el conocimiento de algunas expresiones no lejanas, atribuidas al presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen (monseñor Marcelo Angiolo Melani, obispo de Neuquén, nacido en Italia). Las cuales acusan el "exterminio planificado" de aborígenes, señalando la conveniencia de reconocer la religión y las tradiciones expresadas en ritos y celebraciones indígenas... Cabe, en fin, recordar la cercanía al paganismo en la rendida oración a la Tierra, que en la Semana de los Pueblos Indígenas (2005) se impartió para la celebración litúrgica.
Mapuches. Es curioso el acompañamiento de todo fervor indigenista con el uso de palabras simbólicas, que disparan slogans desatando diatribas en cascada. Un caso, por ejemplo, es la denominación "mapuche" (suplantando al araucano) que --cosa notable-- se abstuvo de utilizar el principal ídolo político apropiado por los montoneros contemporáneos. Juan Domingo Perón ignora al mapuche en el mismo título de su Toponimia patagónica de etimología araucana . Igual que Eliseo Tello (Toponimio araucano-pampa) y Enrique Stieben (Toponimia araucana).
Es que, en cambio, los ideólogos nativos de toda especie parecen haber encontrado cierta eufonía en la palabra mapuche, apta quizás para evocar una extrema debilidad, esquilmada, esclavizada o exterminada. Y ahora querrán servirse del recuerdo del "joven mapuche", incitando a "los hombres y mujeres de la Patagonia" para que sigan empecinados "en reclamar un espacio de pampa en la tierra, un destino en el cielo de la patria que finalmente los winkas incorporaron a la Constitución Nacional de 1994...". Como dijera eufórico un hagiógrafo aficionado, sin el menor rasgo nativo.
Para esto, los marxistas siguen, como siempre, contrariando la historia. Porque los viejos "mapuches" fueron precisamente aborígenes del Este de los Andes que --para nada oprimidos-- cruzaron la cordillera, sojuzgando en la Patagonia a la raza aonikenk (tehuelches). Pero, ¿qué les hace un dislate más a los inventores del Estado Terrorista?
Mito y verdad. Aprovechando la ocasión, una desenfrenada carrera mitológica se empeña a la vez en presentar a los aborígenes con bellos atributos de justicia y mansedumbre, contrapuestos al bárbaro accionar de los conquistadores del desierto. Y en la ocasión hay quienes resaltan, para esto, las indudables virtudes heroicas del santito de la toldería. Pero, en fin, sin mengua de la santidad de nuestro beato, sino al contrario resaltando sus méritos, la genealogía y la historia vienen a poner las cosas en su lugar.
Ceferino era hijo del cacique Manuel Namuncurá y de Rosario Burgos; la cual era una cautiva cristiana. Es impresionante que casi todas las biografías repiten lo mismo, sin ningún comentario sobre esta última condición del nuevo beato, mitad indio mitad "huinca". Realmente, el silencio sorprende. Porque, además, nada pinta más crudamente a los salvajes (y al riesgo y sufrimiento de los cristianos) que el cautiverio de las mujeres robadas por el malón. Las cautivas --dice una conmovedora crónica de aquellos tiempos-- soportan "la cruel e implacable furia de las indias celosas, los golpes y heridas que éstas les infieren en su delirio erótico, cuando creen que ellas provocan la atención de los indios y los horrores de una cautividad sujeta a los caprichos insaciables y feroces de los bárbaros más audaces. El espectáculo de los seres queridos inmolados, de las tiernas criaturas arrancadas de sus propios brazos para lancearlas a su vista o para regalarlas a indios que se retiran a sus tolderías lejanas, el recuerdo siniestro del incendio que devoró sus hogares y de la sangre en ellos vertida por sus defensores queridos, hunden sus almas en las angustias del martirio supremo".
(Las cautivas, por Estanislao S. Zeballos, del libro Gestiones del arzobispo Aneiros a favor de los indios hasta la conquista del desierto , escrito por el cardenal Santiago Luis Copello. Muy recomendable para prelados y clérigos del siglo XXI).
Respetuosa conclusión. Ceferino Namuncurá es un verdadero milagro de la Gracia y un inmenso bien para la Argentina. Ojalá nos obre el nuevo milagro de evitar que su beatificación sea desdibujada por los marxistas y progresistas al acecho.
La prevención no es aventurada, atendiendo al empuje ideológico y la debilidad de las defensas.
Juan E. Olmedo Alba Posse es abogado y docente universitario
Para que verifiquen que es cierto, acà va el link
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/nc/11/11/2007/7bb008.html
Y bueno, queridos amiguitos... cuando uno cree que ya no pueden superar nuestra capacidad de asco, ellos lo logran...
15 noviembre 2007
PENAL DE SANTIAGO
Pasa el tiempo y sigue en la pared de la esquina de Absalón Rojas y Jujuy (en Santiago) una visible pintada que dice “DERECHOS HUMANOS PARA LOS DELINCUENTES”. El que lo escribió, puede quedarse tranquilo y respirar satisfecho.
La versión oficial (inicial) de los hechos del penal de Santiago repite, como en todos los motines, que todo se inició por un intento de fuga. Ya podrían ir cambiando de guionista porque aburren.
Es otra de las formas de decir que los 35 (o tal vez más) muertos son responsables de su propia muerte... Ya sabemos que es preciso no tenerles lástima...
El gobierno hace “tratos” innobles con las familias de los muertos... ofrecen plata, casa... abusando de su situación marginal. Confabulados en hacer aparecer ésta masacre, donde más de 30 personas fueron asesinadas peor que si fuesen animales feroces, animalizados por el propio sistema penitenciario que hace convivir a 50 personas en un chiquero donde, con suerte entrarían 10...
El maltrato es siempre para los presos pobres, y está INCORPORADO al sistema penitenciario, como grabado en piedra, junto con la indiferencia de un sistema judicial que le importa un carajo si vive o muere, si cometió efectivamente un delito, si debe estar libre o preso...
Esto de convertir a personas en el “otro”, que se viene haciendo desde épocas inmemoriales. Cuando un ser humano cae en la categoría de “el otro” para la sociedad, comienza a ser despojado de su condición humana, se lo demoniza, empiezan a ser los culpables de todo, si desaparecieran, acabarían los problemas.
En alguna época fueron los indios, después los anarquistas, después los cabecitas negras, después los subversivos, ahora los piqueteros, los desocupados, y por supuesto: los marginales, los chorros, los que nos dan inseguridad. TODO PRESO ES POLÍTICO, dijo un pelado.
Los pobres que están presos han sido despojados por la sociedad de su condición humana... y deben ser exterminados para que las personas decentes puedan dormir tranquilas, total! no eran ningunos nenes de pecho...
La versión oficial (inicial) de los hechos del penal de Santiago repite, como en todos los motines, que todo se inició por un intento de fuga. Ya podrían ir cambiando de guionista porque aburren.
Es otra de las formas de decir que los 35 (o tal vez más) muertos son responsables de su propia muerte... Ya sabemos que es preciso no tenerles lástima...
El gobierno hace “tratos” innobles con las familias de los muertos... ofrecen plata, casa... abusando de su situación marginal. Confabulados en hacer aparecer ésta masacre, donde más de 30 personas fueron asesinadas peor que si fuesen animales feroces, animalizados por el propio sistema penitenciario que hace convivir a 50 personas en un chiquero donde, con suerte entrarían 10...
Cagados a palos cotidianamente, humillados ellos desde adentro y sus familias desde afuera, tolerando requisas insultantes, vejatorias (como si fueran las madres y esposas de los presos las que ingresan la droga a los penales), mortificados en todas las formas posibles...
Nada que ver con el sistema de prisión VIP que disfrutan algunos personajes ... INFINITAMENTE DELINCUENTES, que esperan en sus domicilios de lujo que los Juzgados se dignen a mover el culo y dictarles blandas sentencias por los delitos de consecuencias MASIVAS que cometieron... y que tienen una tropa de abogados que conocen las millones de formas de chicanear legalmente y estirar hasta el infinito la resolución de una causa.
Y para qué hablar de los otros personajes que no conocen una celda ni en foto, que han vaciado empresas, estafado a millones, destruído provincias enteras... países.
La sociedad TOLERA a esos delincuentes, y cada tanto, los vota.
El maltrato es siempre para los presos pobres, y está INCORPORADO al sistema penitenciario, como grabado en piedra, junto con la indiferencia de un sistema judicial que le importa un carajo si vive o muere, si cometió efectivamente un delito, si debe estar libre o preso...
Lo peor y más desmoralizante... el abuso a los presos pobres es SOCIALMENTE ACEPTADO.
“No eran ningunos nenes de pecho” se escucha por todas partes. Como si esa fuera una razón suficiente para encerrarlos en un cuarto y prenderlos fuego
Quedan abolidos para siempre... toda
especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y
limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda
medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que
aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.
Si, lo dice el artículo 18 de la Constitución Nacional.
Esto de convertir a personas en el “otro”, que se viene haciendo desde épocas inmemoriales. Cuando un ser humano cae en la categoría de “el otro” para la sociedad, comienza a ser despojado de su condición humana, se lo demoniza, empiezan a ser los culpables de todo, si desaparecieran, acabarían los problemas.
En alguna época fueron los indios, después los anarquistas, después los cabecitas negras, después los subversivos, ahora los piqueteros, los desocupados, y por supuesto: los marginales, los chorros, los que nos dan inseguridad. TODO PRESO ES POLÍTICO, dijo un pelado.
Aparecieron nuevas drogas... el paco, la pasta base... drogas de exterminio. Los pibes pobres las consumen porque son baratas, en tres meses son vegetales caminando rumbo al cementerio.
Los pobres que están presos han sido despojados por la sociedad de su condición humana... y deben ser exterminados para que las personas decentes puedan dormir tranquilas, total! no eran ningunos nenes de pecho...