Webeando por la web encontré una página interesante.
FRENTE TRANSVERSAL.
Se puede leer ahí a Ricardo Forster, Teodoro Boot, Sandra Russo, Oscar Laborde, Atilio Borón, Eduardo Aliverti, José Pablo Feinmann, entre otros.
Después de eso, me quedé pensando en los espacios progresistas que supimos tener y cómo se van quedando desnudos, mostrando el pelaje, los personajes que se habían disfrazado de progresistas.
La tergiversación, maldad y miedo que muestran Clarín (cada vez más patético y evidente) y su socio en los negocios y el veneno, La Nación, que después de la ley de medios han perdido toda seriedad y vergüenza.
Terminan siendo un certamen de fachos, plenos de regurgitaciones biliares periodísticas, conformando un partido mediático que el 28 de junio de 2009 dictaminó que ganó “la oposición”, o sea… ellos.
El show montado por Clarín respecto de Sadous en la Cámara de Diputados por las denuncias de coimas en el comercio entre Venezuela y nuestro país, es escandaloso (diría Pino) aunque “la gente” no le da mucha pelota gracias al mundial.
Pero el sometimiento de algunos diputados a los intereses del multimedio mediático, es patético.
La UCR de los últimos tiempos ni siquiera respeta la tradición radical de oponerse a los monopolios y a las indecencias corporativas. Y apoya al poder económico, a quien nadie votó. Lamento profundamente en qué se ha convertido el partido radical.
Se han vuelto fanáticos defensores de la indignidad de los intereses del monopolio mediático y bancan a Clarín en esa mentira evidente: dicen defender la libertad de prensa, cuando lo que tienen amenazados son sus pulpíferos intereses empresariales.
Morales ataca con mentiras a Milagro Sala. Sanz dice que las asignaciones universales por hijo se caen en la alcantarilla de la droga y el juego.
Mientras, el hermano de la democracia, Ricardito Alfonsín, nacido durante las exequias, se presenta como un exponente del progresismo argentino, con su tono de voz y su aspecto tan parecidos al padre. Funda entonces el nuevo progresismo fatuo, vacío, gloriosamente republicano pero infinitamente débil ante el poder económico, como siempre.
Su contrafigura dentro del radicalismo es Cleto…
Que muta de radical a radical K, y de radical K a candidato errante a la presidencia de la República a pocos meses de haber iniciado su mandato como vice de un partido opositor.
Que un vicepresidente vote contra el gobierno que integra es un escándalo, pero el mayor escándalo es que no escandaliza.
Los radicales lo rajaron a patadas (y de por vida) de su partido por hacerse K, pero cuando traiciona el voto popular que lo elevó a vicepresidente, lo abrazan y lo vuelven a integrar. (¿Cómo era? Que se rompa pero que no se doble?)
Cobos puede cambiar de opinión. Lo que no puede es seguir siendo vicepresidente. Y sin embargo, el partido radical no sólo no lo condena, sino que creció tanto como para que ambicione ser candidato a la presidencia por el radicalismo. A pesar de su cara de bobina.
Lo mismo, hay que admitir la crisis de credibilidad que padece Cobos, que había sido erigido como el rey del consenso y el diálogo en 2008 y ahora fue derrotado en la interna radical bonaerense y en Neuquén, a manos de un radical K, hecho absolutamente negado por la oposición mediática.
La gran pregunta es: la sociedad, los ciudadanos, ¿le creen el progresismo a los radicales?
Lo más gracioso (por lo patético) dentro de este zafarrancho llamado Coalición Cívica, es el ARI, y en particular Naranjú.
Veamos su derrotero electoral:
Elecciones presidenciales de 2003, (las que ganó Néstor Kirchner porque la rata inmunda reculó del ballotage) Carrió fue candidata a presidenta y salió 5º, antes de eso era diputada por el Chaco.
Legislativas de 2005, Carrió candidata a diputada por la Capital Federal, sacó el 21% (389.207 votos), frente al 34% (602.989 votos) que obtuvo Macri.
Presidenciales de 2007, Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el 45,29 % de los votos, es decir 8.650.990 y Carrió tuvo 4.401.953 de votos, que equivalen al 23,04%
Y en las legislativas del 28 de junio de 2009, sacó un triste tercer puesto en Capital (19.05%), 344.388 votos, que casi casi la dejó sin banca en el Congreso (atrás de Michetti y Solanas). Y en la Provincia de BA, el Acuerdo Cívico y Social sacó 110.000 votos menos que el Frente para la Victoria.
Carrió logró disimular su desastroso resultado electoral, todavía no me explico cómo.
Miss Chaco pretende ser Miss Capital Federal y así saltar a la candidatura presidencial del 2011, pero no le sale. Y su alter ego Fernando Iglesias, va de estudio de tv en estudio de tv, con unos humos de ganador incomprensibles. Que alguien le explique.
Para desbarrancar, hay que desbarrancar con todo, parece ser el lema de Naranjú: pasó de ser un referente progresista a ser considerada una psicótica con alucinaciones místicas.
Se hizo rajar de la APDH, defiende “llamados grupos económicos” y a Ernestina, estuvo en contra de la extracción de ADN para conocer la identidad de hijos de desaparecidos, actúa y piensa por reacción. Manda cartas apocalípticas a las embajadas.
Como una amante despechada, (como bien analiza Teodoro Boot) ante cualquier cosa que haga Néstor Kirchner ella va a estar en contra. Boot hace un paralelo entre Carrió, Solanas y Salieri. Yo titularía la nota “los Salieris de Néstor y Cristina” (Tanta fue la envidia y la rivalidad que, amargó su vida y arruinó su carrera.)
Además ha vuelto a engordar, debe ser que tanto llorar y sufrir por los hijos de la Noble, le agarra angustia oral y se morfa todo.
Plena de esputos y vómitos biliares asegura que les tiene ASCO a los Kirchner, y que la gente en la calle los quiere matar. Carrió… vas para atrás.
Sabemos que muchas veces las personas padecen de una asombrosa incapacidad para relacionar un hecho con otro, mecanismo básico de la inteligencia. Pero está claro que la UCR se ha convertido en adversarios de las mejores y más progresistas políticas del estado, aunque se muestran como progresistas, sin ruborizarse.
Toda esta manga de gente disfrazada de progresista, deben creer que no nos dimos cuenta de sus votos nada progresistas de los últimos dos años: votaron en contra de la re-estatización jubilatoria, de la 125, de la recuperación de Aerolíneas Argentinas y obvio EN CONTRA de la ley de servicios audiovisuales. O sea, se niegan a deshacerse de una ley de la dictadura que se hizo para controlar, vigilar y censurar y dicen que lo hacen para defender la libertad de expresión.
Vamos a ver de qué se disfrazan cuando se sepan los resultados del ADN de los hijos apropiados de Ernestina (que a todo esto, se tomó el palo del país).