La desaparición de Julio López y la escalada de amenazas que ahora también, como novedad, les llegan a jueces y fiscales que trabajan en las causas de DDHH, están generando un clima de angustia. Kirchner, hizo un comentario que me dejó pensando. Dijo “no tenemos DERECHO de tener miedo”.
Ellos, el gobierno... a eso se refería, supongo.
Porque las víctimas de las violaciones a los DDHH, especialmente aquellos que dieron sus testimonios en 1° instancia y están aguardando el juicio oral, tienen todo el derecho de tener miedo.
En realidad, es imprescindible tener miedo, porque hay que tener cuidado. Mucho Cuidado y exigir protección para víctimas y testigos, seguridad para los declarantes en todas las causas... El miedo no es zonzo, dicen los viejos.
Los tipos no son estúpidos y están viendo que se vienen muchos más juicios y sentencias y no hay que descartar reacciones, represalias y venganzas.
Está muy bien sentirse esperanzado y contento ante lo que parece ser un camino a la justicia tan sentida y reclamada durante tantos años, que costó tanta lucha. Pero ojito con la peligrosa, infantil sensación de que está todo bien.
Nada está bien.
Lo que se va consiguiendo y lo que falta poco para conseguir, costó mucho trabajo. Trabajo de investigación que hicieron los sobrevivientes y personas de los organismos de DDHH ... no lo hicieron los altos funcionarios judiciales, ni los funcionarios del gobierno, que puede que reciban ahora alguna cartita anónima amenazante.. pero no son los que corren verdadero riesgo acá.
Los juicios que están abiertos, lo están gracias al laburo de muchísima gente con alto sentido de justicia. La justicia hasta hace muy poco, brillaba por su ausencia...
Intentar rearmar un rompecabezas de minúsculas piezas, donde la fuente de información son solamente los memoriosos que no tuvieron miedo de ir por enésima vez a declarar las atrocidades que vivieron, no es tarea sencilla. Porque la impunidad fue total y absoluta. Se encargaron de no dejar un puto papel, un puto registro...
Eso lleva a que las posibilidades de condenar a TODOS los represores, sean muy irreales. Con suerte y viento a favor, un 5... un 10% de los torturadores y asesinos, van a llegar a juicio. Eso está hablando de un 90 o 95% que están a salvo y en libertad... porque funcionó en gran medida la impunidad por la que tanto se esmeraron...
Ya lo decía K la otra vez... “Parece que hubo campos de concentración donde los detenidos se atendían solos”
En el país hubo 488 campos de concentración. En éste momento están detenidos con prisión preventiva, unos 211 represores... (aunque haya 959 causas abiertas, de las cuales muchas son megacausas, con muchos acusados y muchas víctimas)... los números no cierran del todo, viste?
En cada centro clandestino, “laburaban” muchas personas, los grupos de tareas eran GRUPOS. Y atendían las 24 horas, quiere decir que eran rotativos, porque el GRUPO terminaba su jornada laboral, se sacaban el delantal y se iban a dormir a la casa. Y venía el otro GRUPO a seguir “atendiendo” a los secuestrados.
Para poner algo de claridad, hagamos un cálculo de mínima (re mínima)... supongamos que en cada centro clandestino laburaban solamente 10 tipos (lo cual es una pelotudez, pero sirve como ejemplo). Estamos hablando entonces de 4880 tipos... de los cuales solo 211 están presos. ¿nos entendemos?
Nada está bien.
Y no cuidar a las víctimas que sobrevivieron y a los testigos en general, y dejarlos librados a su suerte, con un alto grado de exposición y vulnerabilidad,
ES UN ERROR QUE NO SE PUEDE COMETER.
Lo mismo para los que brindaron muchas horas de su vida para que la justicia no sea una utopía.
Habría que elaborar una lista de la cantidad de atentados que vienen ocurriendo desde la reapertura de las causas... amenazas telefónicas, atentados a las Madres de Plaza de Mayo y a Abuelas de Plaza de Mayo y a miembros de los organismos, golpes a militantes, llamativos “robos” y sustracciones, cuentas hackeadas, teléfonos pinchados y toda clase de intimidaciones.
Los tipos nunca se fueron... quedaron enquistados de una forma u otra dentro de las policías. La mayoría, al no recibir condenas, por la ley de Obediencia Debida, siguieron sus carreras, llegaron a Comisarios y más... chorrearon hacia abajo los métodos y generaron muchos más “tipos”, que son ahora los que están y actuando, en defensa de sus “padrinos”. (como una jauría, rabiosa por estar perdiendo la impunidad)
A esta altura, lamentablemente, quedan pocas esperanzas de seguir creyendo en la hipótesis de que Julio López puede estar por ahí en estado de shock. Si anduviera deambulando, ya lo hubieran visto y alguien estaría cobrando la recompensa... y todos respiraríamos aliviados.
Ya hay que pensar en la siguiente, horrible hipótesis. Fue secuestrado.
La siguiente pregunta sería... ¿estará vivo?
Y el peor de los temores... que no lo encuentren.
López había salido de su casa rumbo a la sala de audiencias esa mañana del 18 de septiembre, para escuchar la sentencia, para cerrar por fin el círculo, para escuchar con sus propios oídos, después de 30 años de obstáculos, impunidad y desilusión, la condena del siniestro. Etchecolatz no estuvo el día que él declaró, y quería ir a la lectura de la sentencia para verle la cara... y no llegó.
Cabe suponer que en el mismo momento que Etchecolatz escuchaba su sentencia, besaba la cruz y miraba al cielo, López no la estaba pasando nada bien. Cuando todos mirábamos por la tele, con la sangre revuelta de adrenalina cómo lo sacaban a Etchecolatz, protegido por escudos transparentes y explotaba la bombita de pintura roja, la desaparición de López ya era un hecho. Todo un símbolo.
Yo no sé qué tipo de gestiones se están haciendo, cómo se está investigando, pero calculo, quiero creer que habrán empezado por el entorno de Etchecolatz y sus mascotas... sus más conspicuos seguidores, los que lo iban a visitar a la cárcel... con quién hablaron por teléfono, adónde estaban... esa gente es sospechosa de esta desaparición. Para éste momento ya deberíamos estar manejando algunos datos al respecto. El silencio sobre esto, es preocupante. Que se pongan las pilas!!!!
Por otro lado. Se viene en la 1° semana de octubre, la convocatoria a una nueva manifestación de los que se autodenominan “Memoria Completa” (Pando y sus delfines). ¿La harán? ¿está bien que se les permita hacerla? ¿no cometen apología del delito cada vez que se juntan, por más curas que tengan como oradores?
Parece que estamos en un momento importante, de bisagra, de encrucijada.
O aparece López, y se castiga con absoluta severidad a los que lo secuestraron y se depura de una putísima vez a la policía, y ésta vez hasta el hueso, o nos vamos al tacho sin prisa y sin pausa... al carajo... derecho al carajo...
Que el miedo no paralice, porque no se peleó tanto para abandonar ahora...
Además porque hablamos de gente muy valiente y con mucha sed de justicia.
Pero a cuidarse, amiguitos.
A cuidarse mucho entre todos.
Luzbe:
ResponderBorrarTenes razón, pero me remito a mi último post sobre el tema y a repetir la preguntita: hasta cuando?
Ando bastante ocupada en el tema. Como a vos y otros tantos, me preocupa todo respecto de este cumpa y todo lo que gire alrededor de su secuestro, la gravedad política de los hechos, etc.
ResponderBorrarA Hebe no le pasa lo mismo que a nosotros.
Sé que no es momento de marcar esta diferencia pero la que empezó fue ella :(