

La cuestión es que Musa debe estar brindando en su verde lugar de detención, porque ya se dió cuenta que ser asesino de escritorio es menos riesgoso que ensuciarse las manos...
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Vamos a ver cuánto sonreís cuando te juzguen por los muertos y torturados de la década del 70...
“DOCA propone conformar un Comité que sostenga criterios de evaluación
transparentes y cuya mirada alcance a comprender la amplitud y complejidad del
cine documental argentino actual. La comunidad de realizadores documentales de
todo el país merece esta posibilidad de reconocimiento a su trabajo y a la
diversidad de sus proyectos. Nuestra asamblea sostiene que para ello debe primar
la proporcionalidad en la designación de los Jurados del Comité, de acuerdo a la
cantidad de documentalistas representados por cada Asociación”.
DOCA está formada por más de 100 realizadores y su idea es que se distribuyan mejor los fondos del INCAA, que no sean esos fondos siempre para la misma gente, que ya tienen armado el lobby.
El laburo del documentalista es, arriesgado (porque suelen ser molestos observadores de la realidad, cuestionándola) y bastante solitario, así que es medio complicado que el propio sistema te subsidie...
Pero da la casualidad que los fondos del INCAA son fondos de todo el pueblo argentino, y terminan siempre apoyando producciones costosísimas como Isidorito Cañones, La playa del amor o Bañeros 3. La excusa de que el cine documental no tiene el interés del público y por ende, no tiene interés del mercado es FALSA.
Los festivales y muestras de cine documental tienen altísima concurrencia de espectadores, lo que muestra claramente que hay interés de ver cine documental. Solo hace falta que el INCAA se de por enterado.
Ahora... ÁMBITO... la misma cuestión, explicada por los ámbito's boys
Piqueteros, ahora también en el cine
Prosigue en sordina el desacuerdo de cuatro asociaciones profesionales de cine con otra de documentalistas apoyada por los piqueteros, para decidir los nombres del jurado de pares que recomendará al Incaa, de ahora en más, diversos proyectos en fílmico y/o digital.
Esta medición de fuerzas enfrenta, por un lado, a las dos entidades de directores (DIC y DAC), una de productores (PCI), y la más reciente Núcleo Documental Argentino (ADN), y por otro, a los documentalistas apoyados por el llamado cine piquetero (DOCA). Estos últimos insisten en que el jurado debe integrarse según la proporción de miembros de cada entidad, ya que cuentan con 115 afiliados, la mayoría con experiencia sólo en video. Los otros mantienen el criterio de un representante por asociación, para mantener un sentido de pluralidad, cosa difícil si el jurado tiene mayoría de un solo sector.
En realidad, no tienen tantos miembros, pero en cambio lucen larga trayectoria y fuertes blasones, con figuras como Edgardo Cozarinsky, el abogado Julio Raffo, Marcelo Céspedes, David Blaustein, Lorena Muñoz, Benjamín Avila, Mariana Arruti, Carlos Echevarría, Fernández Mouján, Andrés Di Tella, y varios otros de renombre, con películas de amplio prestigio
El detalle es que, para determinar qué proyectos se beneficiarán con estas nuevas resoluciones, debe concretarse un Comité de Evaluación de Proyectos Documentales. Las cuatro asociaciones propusieron al Incaa, por unanimidad, al productor Pepe Salvia, Carmen Guarini, Andrés Habegger, y Miguel Mato, y sugieren a Claudio Remedi en representación de Doca, por tratarse de un cineasta de larga trayectoria (ya más de quince años, con «Fantasmas en la Patagonia» y otros títulos reconocidos).
Pero los piqueteros quieren otra cosa, y al parecer otras personas. Se esperan movilizaciones, declaraciones, y, en consecuencia, más demoras en la «respuesta a una demanda histórica del sector» que todos reclaman. Son argentinos. P.S.
Ay ay ay... qué paciencia infinita...