05 mayo 2009

EL ZORRO PIERDE EL PELO...

Amiguitos, voy a reproducir una nota aparecida en El Argentino.com, un portal donde confluyen periodistas y columnistas de Newsweek, Revista Veintitrés, Siete Días, Miradas al Sur y Buenos Aires Económico.
Pero primero, veamos a qué se refiere el artíulo (ya se vió por todas partes, pero no resta volverlo a ver... tomen aire para ver y escuchar a estos personajes repulsivos)





Zorros viejos, pero con las mismas mañas

03-05-2009

El diálogo destituyente de Grondona con Biolcati revive antiguas prosas golpistas de Primera Plana. Quitarle importancia es mala memoria o complicidad. Desde la oposición le respondieron invirtiendo los términos: nada se dijo del diálogo desestabilizador, pero se acusó a la mandataria de enrarecer el clima de la democracia durante la campaña electoral.



Una de las tantas tapas golpistas de Primera Plana, con caricatura de Flax.

por daniel cecchini

En El Antiedipo, publicado en 1973, Gilles Deleuze y Felix Guattari definieron como “paranoicas” a ciertas vertientes del discurso político. Un observador ocasional –y por lo tanto no avisado– de la realidad argentina podría suponer que las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner el miércoles pasado –refiriéndose al diálogo televisivo donde el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, y el periodista Mariano Grondona especularon que el gobierno “puede no llegar a 2011”– se inscriben en ese registro.

“Son 20 segundos imperdibles, de clara demostración que el 28 de junio no solamente está en juego la posibilidad de continuar con este modelo sino que además están en juego la estabilidad y la calidad democrática”, dijo la Presidenta.

Desde las distintas alianzas de la oposición le respondieron invirtiendo los términos: nada se dijo del diálogo desestabilizador, pero se acusó a la mandataria de enrarecer el clima de la democracia durante la campaña electoral. Menos obscena, durante una mesa redonda con colegas, una periodista de fuerte presencia multimedia desestimó el mensaje devaluando al mensajero: “Bueno, ya sabemos quién es Grondona”, ninguneó, como si lo dicho no tuviera importancia.

Sobre el otro participante del diálogo, titular de una de las corporaciones más poderosas de la Argentina, no pronunció palabra. La omisión distó de ser casual: la mayor parte de la pauta publicitaria de la radio donde esta periodista trabaja a doble turno proviene de los grandes conglomerados de negocios agropecuarios.

Los zorros y las mañas.

Desconocedor de la historia local y de sus personajes, el observador ocasional no puede saber que asiste a la reedición, adecuada a los tiempos que corren, de un viejo juego. El tono irónico del diálogo sobre la continuidad de la Presidenta (publicado por Miradas al Sur el domingo pasado) es el mismo que Grondona utilizaba a mediados de los ‘60 en sus columnas de la revista Primera Plana, como punta de lanza para promover un golpe de Estado contra el radical Arturo Illia.

Allí lo calificaba de “simple”, “lento en la toma de decisiones”, y de ser “un hombre ajeno a su tiempo”. Frente a esas supuestas debilidades, no vacilaba en asegurar que “hasta que ALGUIEN no se quede con el poder en forma sólida, con reservas tácticas y estratégicas, no será posible emprender con éxito” la reforma estructural que, a su juicio, necesitaba el país (Primera Plana, enero de 1966).

Ese alguien, claro, tenía nombre: “El absurdo de un gobierno sin poder quedó, por así decirlo, manifiesto y demostrado (…). Onganía, en cambio, es pura esperanza, arco inconcluso y abierto a la gloria o a la derrota (…). El advenimiento del caudillo es la apertura de una nueva etapa, la apuesta vital de una nación en dirección de su horizonte” (Primera Plana, junio de 1966).

Sin caudillo ni partido militar a mano, de todos modos la semana pasada, en su charla con Biolcati, Grondona tampoco dejó de tirar el nombre de un reemplazante (G: –No sé que va a pasar después del 28 de junio... / B: –Eso era lo que te quería escuchar. / G: –Hay un señor que se llama Cobos, ¿no?).

Que el interlocutor cómplice de Grondona haya sido el presidente de la Sociedad Rural Argentina ya es un dato para el observador, pero podría tener un panorama más completo si supiera que esa corporación promovió y apoyó a todas las dictaduras habidas en estas tierras. A un año de iniciada la última –cuando la represión era brutal y los desaparecidos se contaban por miles–, en una solicitada publicada en todos los grandes medios, la rural decía: “Volvamos nuestra memoria al 24 de marzo de 1976 y comparemos la actual situación con aquella, recordemos etapas similares y veremos que las experiencias pasadas nos indican la inconveniencia de actitudes demagógicas, de aperturas políticas prematuras, que pueden entorpecer o demorar la recuperación del país”.

Para que el observador no pensara que se trata de cosas de un pasado ya superado habría que agregarle otro dato. Hace menos de tres meses, en Bahía Blanca, Biolcati advirtió al gobierno: “Es evidente que vamos hacia un final casi anunciado porque no parece haber respuesta a nuestro requerimiento (de bajar las retenciones)”, dijo.


A su lado, en la tribuna, estaba Vicente Massot, dueño de La Nueva Provincia de Bahía Blanca –único diario que aún hoy sigue reivindicando el golpe del 24 de marzo de 1976–, quien en 1993 debió renunciar al cargo de viceministro de Defensa de Carlos Menem por hacer apología de la tortura.Habrá, todavía, que aportarle al observador una última información.

La revista Primera Plana ya no existe, pero Mariano Grondona sigue ejercitando su prosa en las páginas de La Nación, un medio que es histórico vocero de la SRA y que el 15 de mayo de 2003 –quince días antes de que Néstor Kirchner asumiera la presidencia–, profetizó que “la Argentina ha resuelto darse gobierno por un año”, en un claro ultimátum golpista por parte del establishment salido de la pluma del subdirector del diario, José Claudio Escribano.

Pero nada de eso tiene importancia. Lo de Biolcati y Grondona fue una broma televisiva. En la paranoia, se sabe, los enemigos son inexistentes.



4 comentarios:

Mariano dijo...

"Diálogo destituyente" Ja ja ja, me da risa, mucha risa. Si le vas a dar manija a lo que dice Grondona, terminás haciendo eco VOS de sus palabras y propagando su discurso sin querer. El que quiera escuchar que escuche, te puedo asegurar que por mas que Grondona quiera, NO van a volver los militares, y también te puedo asegurar que si el Kirchnerismo pierde algunos legisladores NO va a venir el caos.
Esos sí son miedos basados en la paranoia, si perdés, perdés y punto, en la política argentina siempre hay otra oportunidad, la gente olvida y a veces añora épocas pasadas, como todos. Yo entiendo que es un tanto duro para un partido que se hace llamar "Frente para la Victoria", pero por más nombre que tengamos, a todos nos toca perder y la mayoría de las veces por errores propios, no por "destituyentes" de afuera, sino preguntale a Fernando de la Rúa, prácticamente se echó solo.

Luz dijo...

Grondona no quiere que vuelvan los militares, solamente desea que Cristina no termine su mandato, igual que Biolcatti. Y eso me parece sumamente destituyente.

Te guste o no, la presidenta que tenemos fue votada y DEBE terminar su mandato. Eso es democracia.

No sé cuáles son los elementos con los que leés la realidad. Me parecés sumamente superficial.

Severian dijo...

Mariano:

Leer la realidad argentina desde la experiencia de los últimos veinte años puede acortar un poco la vista. Hoy una interrupción del orden democrático suena impensable, hay una generación entera criada den democracia que ni se lo puede imaginar.

Pero para quienes tenemos unos años más (a jugar por tu foto debo tener diez o quince años más que vos) esas palabras de Grondona junto al presidente de la SRA nos quitan el sueño. La última vez que esos señores hablaron mataron a una generación. Gente tan joven como la que hoy, con una notable falta de perspectiva, dice que el gobierno de CFK es autoritario, entones era asesinada por el delito de pertenecer a un partido político de izquierda o a un sindicato independiente.

Y no, la historia no es como la cuentan, las dictaduras no fueron obra de los militares, eso sería concederles demasiada inteligencia. Ellos fueron simplemente ejecutores de las ordenes que venían de esa derecha argentina que jamás pudo ganar una elección. Ordenes que daba, oh casualidad, la SRA. Y cuyo vocero era, oh casualidad ¡Mariano Grondona!. Luego no seas ingenuo, no necesitan a los militares para cagarnos la vida, siempre habrá perros sanguinarios a mano y ellos los saben encontrar (las policías provinciales, por ejemplo, podrían arreglárselas bien solitas para sostener un poder ilegítimo, e incluso para armar otra matanza).

Asi que si querés reíte, pero tu risa solo muestra que te faltan datos.

Martín Ibañez dijo...

Buenas!! concido con la autora del Blog. A mi me parecio un poco exajerado lo que dijo de Nestor Kirchner en un acto, que si el gobierno perdia las elecciones volveriamos a la crisis, al 2001, no se si lo dijo en reaccion a los dichos de Biolcatti y Grondona en la tv. De todos modos me parece que es cierto que esa oposicion tiene una vision retrograda del pais, pretende una republica "bananera", contraria a la vision progresista que mantiene dentro de todo este gobierno, y como son los mismo tipos que apoyaron la dictadura y las politicas economicas de MArtinez de Hoz aunque sea joven a mi tambien me quitan el sueño. Tambien tengo mis criticas para este gobierno, que son muchas, sobre todo ahora por las ultimas alianzas que tiran para la derecha, pero hay que reconocer mucho avances en politicas estatales y en gestion. A mi me gustaria un gobierno mas radical (en el buen sentido de la palabra) como el de Evo morales o Chavez, que se haga cargo de las reservas naturales del pais, y no venda la soberania hicieron todos los gobiernos de Argentina.
Muy bueno el Blog voy a entrar mas seguido, me llamo Martín, saludos!

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