A ver… Ubiquémonos en tiempo y espacio:
Todos los economistas (de izquierda y derecha), reconocen que superada la crisis global, el 2010 viene bueno para la Argentina. Entonces, para sortear eventuales problemas de caja, (a partir de las nuevas jubilaciones que se pagan y el subsidio de 180 pesos por hijo) el Gobierno se propuso iniciar el año provocando un shock de confianza que lo reinsertara en el mercado de capitales, por si hace falta pedir créditos baratos, aprovechando la abrupta caída en las tasas de interés.
Para eso creó el Fondo del Bicentenario, con la intención de disponer de 6.500 millones de dólares de reservas extraordinarias para pagar vencimientos y amortizar deuda. Venimos de un 2009 donde la crisis global castigó a todo el planeta y el gobierno de Cristina Fernandez demostró prudencia y aciertos, aún después de la derrota electoral de junio.
De entrada, (hablamos de principios de diciembre de 2009), el anuncio provocó euforia en los mercados. Crecieron los bonos y bajó el riesgo país.
Y ahí se armó la conspiración.
Redrado se negó durante casi un mes a constituir el fondo, Cristina lo removió de su cargo, Redrado se atrincheró en el BCRA, Cleto Cobos lo apoyó, y Morales + Sanz también. Entró a tallar la jueza Sarmiento otorgando dos amparos en contra de las medidas del Gobierno. Uno repuso a Redrado en el Central, y el otro frenó el Fondo del Bicentenario. Cobos aplaudió la medida de la jueza y convocó a una sesión en pleno receso, cosa que no tiene permitida. Redrado presentó como su abogado a Gregorio Badeni, que, casualmente es asesor del Grupo Clarín contra la flamante Ley de Medios.
El lunes 11 de enero Clarín profetizaba que “podrían embargar las reservas del Central”.
Y ocurrió.
Justo el martes 12, a partir de de una presentación de dos fondos de inversión especulativos (los denominados “buitre”… seguramente amiguitos de los buitres autóctonos que anidan en Clarín), basados en un artículo que sacó CASUALMENTE Clarín y otro del diario británico Financial Times ( "Gobiernan con el timón roto") que Clarín reproduce, el juez de Nueva York Thomas Griesa embargó 1,7 millones de dólares del Banco Central depositados en la Reserva Federal de NY.
Pero el viernes 15 de enero Griesa levantó el embargo que había dispuesto y liberó las cuentas. Y ahí se calmó un poco la cosa.
Pero en esos 3 días, pasó de todo, cayeron los números y aumentó el riesgo país. Lo mismo Redrado sigue atrincherado en el BCRA, aunque cada vez con menos respaldo, Y Clarín sigue soltando fantasmas.
Y ya empezaron a hacer correr los rumores de otro corralito, cosa que la gente empiece a retirar sus ahorros de los bancos y se genere inestabilidad.
No se puede ser tan hijo de puta. No se puede.
Mientras tanto, el resto del directorio del Banco Central se interesó por el nivel de vida y gastos de Redrado, empezando por su casa de Belgrano, que cuesta varios millones de dólares, y los gastos del 1º semestre de 2009, que suman 155 millones de pesos. Gastitos que el Flequillo Loco no justificó ante el directorio del Banco.
Sanz y Morales, los dos encargados de la UCR, hace una semana, parados ante las cámaras y micrófonos en la puerta del Banco Central, aseguraban que defenderían a Redrado del autoritarismo presidencial. Faltaba que monten una carpita en la puerta y hagan postas.
A los pocos días, en la Comisión Bicameral que trataba los DNU, el mismo Morales, en nombre propio y en el de Sanz, declamaba que el ex titular del BCRA era una pieza secundaria, casi insignificante, que lo mejor que podría hacer sería irse para no perjudicar más al país. ¿Y si se pusieran de acuerdo? No creen que es poco serio?
Y para continuarla: Julio César Cleto Cobos
Si Cleto renuncia, difícilmente se destaque en el llano como ahora en la vicepresidencia. El tipo no existía antes y no existe ahora, si no es por su carácter de vicepresidente en ejercicio de la oposición. (No es presidente ni vicepresidente, es anti-presidente, dice Barragán en 678)No renuncia y está usando la función en su propio beneficio. Y pone en riesgo el equilibrio institucional del país. Pero esas son cosas que a los republicanos que no se les cae el republicanismo de la boca, no les calienta.
Un vicepresidente está subordinado al presidente. Y si no le gusta esa situación de subordinación, debe irse a la mierda.
Desde la famosa votación y el voto no- positivo contra la 125, donde debía usar la prerrogativa de desempatar una votación en el Senado a favor del Gobierno, Cleto repite y repite que no entorpece las políticas del oficialismo. Y nos trata como a oligofrénicos.
Para hablar solamente de lo que hizo en estas últimas 2 semanas: respaldó a Redrado, (cuando la presidenta lo echó porque no hacía caso a las órdenes) y convocó a una reunión de presidentes de bloque para defenderlo. Alimentó la crisis del Banco Central para levantar su carrera al 2011. Casi nada.
Más claramente que nunca, su éxito depende del fracaso del gobierno.
Aunque eso implique el fracaso de TODOS los argentinos y un nuevo quilombo económico. Y todavía pretende que Cristina lo deje a cargo de la presidencia durante 2 semanas, para ir a China.
Y como si todo esto fuera poco, están los nostálgicos de la dictadura.
Desde El Salvador, Eduardo Duhalde criticó al Gobierno por impulsar los juicios por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura. El ex presidente opinó que se “humilla” a las Fuerzas Armadas “por lo que hizo el Ejército en los ’70”, lo cual “es un gravísimo error”. Duhalde sostuvo además que el kirchnerismo “se encarga de pelearse con todo el mundo y de idear conflicto donde no lo hay”, puso al conflicto en el Banco Central en ese contexto y pidió volver a “un gobierno de consenso”.
Y agregó ante los extranjeros que quieran escuchar, que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene “menor consenso en toda Sudamérica”. A su juicio, “es evidente” que Fernández “ha tomado como modelo” al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y atribuyó a esta posición “ese enfrentamiento con todos los sectores importantes de la vida nacional”, entre los que citó a la oposición y la iglesia.
No se puede ser tan hijo de puta. Y no se puede ser ingenuo.
Hay que razonar, amiguitos.
Lo que está en juego acá todo el tiempo es la legitimidad del Estado para intervenir en la economía.
Ponele el nombre que quieras: retenciones móviles, fútbol para todos (que les cortó el chorro a algunos poderosos empresarios), o ley de medios audiovisuales (que se los va a cortar), llamalo fondo del bicentenario, estatización de las AFJP… estatización de Aerolíneas…
Ante cada avance del Estado en la recuperación de la soberanía económica perdida a borbotones durante el neoliberalismo… vienen ellos con el cuchillo en la boca, a empiojar las cosas. Te tiran encima una catarata de datos, números, millones de dólares, reglamentos, formas y sarasas. Cuando en realidad es un tema puramente ideológico.
Flequillo Loco Redrado
(que, como dato de color… se llama Hernán Martín Pérez Redrado, o sea, Hernán Perez… así que hizo la Gran Abel Parentini Posse… usar el apellido de mamá que no es tan grasa ni tan común.)
Hernán Perez o Martín Redrado intenta figurar como el “mártir de la independencia de los Bancos Centrales”.
La operación política irresponsable y ladina ha provocado bastante daño... Ahora resulta que reducen todo el bolonqui económico a el “error” de Cristina por no haber echado a Redrado consultando al Congreso. Si no me falla la memoria, todos los presidentes desde la vuelta de la democracia rajaron a varios presidentes del BCRA, y nunca fue una crisis, ni consultaron a ningún congreso.
Alfonsín tuvo 4: Enrique García Vázquez, Juan J. A. Concepción, José Luis Machinea y Enrique García Vázquez de nuevo. Menem tuvo 8!!: Javier González Fraga, Egidio Iannella, Rodolfo Rossi, Enrique Folcini, Antonio Erman González, de nuevo Javier González Fraga, Roque Fernández y Pedro Pou. Entre De la Rúa y Duhalde, sumaron 4 más: Roque Maccarone, Mario Blejer, Aldo Pignanelli, y nuestro amiguito Alfonso Prat Gay. Hasta que en 2004, Nestor Kirchner puso a Flequillo Loco Redrado
Lo mismo, cuando Redrado se encapricha y se arma la operación, se levantó la posibilidad de una discusión muy interesante: la “autonomía” del Banco Central.
Lástima que la izquierda en vez de dar estos debates interesantísimos, y promover la creación del Banco del Sur como alternativa… se volvió a entrampar con la discusión de si la deuda es legítima o no, y terminaron siendo funcionales a la derecha (como tantas veces).
Pero vamos por partes…
La famosa autarquía del Banco Central la inventó el liberalismo y supone que los mercados (de trabajo, capital y tierra) determinan, en su libre funcionamiento, los precios de equilibrio. Esto implica que cualquier intervención del Estado, para redistribuir ingresos y riquezas, provoca desórdenes… Entonces, el Estado no debe intervenir. Ni con impuestos para menguar la pobreza, ni con controles de precios.
Así, el Estado se retira de la economía y deja que el mercado resuelva los problemas... y ahí nacen los numerosos Redrados y Prats Gays, Golden Boys del liberalismo, “autoridades científicas” en economía, los técnicos que hablan difícil y embarran todo, porque el objetivo es restringir la capacidad de acción política de las autoridades democráticamente elegidas e interferir directamente en la política fiscal del gobierno.
Los bancos centrales “independientes” terminan siendo cuevas del poder financiero neoliberal. O sea, el país debe renunciar a la soberanía económica y someterse al dictamen de la dictadura de los ‘técnicos’.
Ahora aúllan que las reservas son de todos los argentinos, pero cada tanto se apropian de esas reservas sin ningún rubor. A fines de la dictadura, estatizando deuda privada (cuando el nunca suficientemente reputeado Domingo Felipe Cavallo era el presidente del BCRA), o más cerca, cuando la clase media gritaba “que se vayan todos”. Ahí sacaron plata enloquecidamente y el Banco Central (que por entonces presidía el Teddy Boy Prat Gay) no dijo ni mú.
Obviamente, la teoría económica neoliberal nunca menciona la independencia que deben tener los Bancos Centrales frente a las presiones del sector privado, porque las da por sobreentendidas. El sector privado está para presionar.
Bueno, esto fracasó. No sé dónde se estarán metiendo esta teoría a partir de la crisis financiera global, que obligó a los Estados a salvar del colapso a tantas empresas, para evitar que la desocupación los desintegre. Había sido necesario el Estado! Ese estado que quieren achicar hasta la extinción.
La falsedad de la teoría queda desnuda, porque si a la economía le va mal seguramente repercutirá sobre la suerte del Gobierno y sobre los bolsillos del ciudadano… y donde manda la política, no manda el mercado.
Los que desde la oposición se quejan del gobierno porque confronta… qué consenso reclaman?? Qué capacidad de consenso aportan? Cómo se hace para consensuar con una manga de stronzos carroñeros?
Se resisten a los cambios, destierran toda consideración democrática cuando conspiran contra las mismas instituciones que dicen defender con afán republicano, tienen un visceral odio a cualquier medida proveniente del gobierno, les da una envidia enfermiza por los logros, ven que la economía se recupera y los K se fortalecen y eso les genera un estado de pánico, pero como no queda bien decirlo, hay que aullar a coro que no hay consenso, y acusar al gobierno de querer retroceder y repetir la historia, y con roñosas y oscuras intenciones llevar al país nuevamente a una lucha sangrienta.
Y todo esto con una clase media adicta a TN, argentinos que se regocijan con las complicaciones de un gobierno democrático, gozan de sus dificultades, como si no fueran a pagar las consecuencias.
Es clarísimo que encarar cambios sociales y pretender que sea sin conflictos, es una ilusión que se caga a patadas con la experiencia histórica. Porque no existen políticas que beneficien a todos sin perjudicar a alguien.
De lo que se trata es de se beneficie la inmensa mayoría, al revés de lo que vino pasando desde la dictadura y más profundamente durante el menemismo: que se beneficia a unos pocos garcas, se perjudica a la clase media y se ahoga al pueblo.
Estas discusiones sobre asuntos de relevancia, deberían contribuir a fortalecer las instituciones democráticas y no a deteriorarlas. Pero con una oposición destructiva como la que tenemos, qué difícil es el consenso: con políticos que no se les cae una idea ni a palos, que despotrican ante las cámaras de TN durante todo el puto día, que sólo saben anunciar calamidades inminentes que jamás ocurren y que son máquinas de presentar pedidos de juicio político. Titulares catástrofe en los diarios, y operaciones económicas internacionales…
Los invito (reliverán en mano) a leer los titulares de Clarín, suplemento económico de los últimos días. (“El Gobierno contra Redrado” lo titulan).
Es impresionante, son 14 páginas de titulares catástrofe. Si no fuera que sabemos que el monopolio está en guerra con el gobierno, porque se ve afectado en sus negocios… estaríamos haciendo las valijas para irnos a vivir a la luna.
La derecha autóctona se la pasa cacareando por el consenso, como si su ausencia fuera la causa de todos los males. No son tontos. Hablan de crispación, de hegemonía y de violencia, cosas sumamente desagradables para las sensibles pieles nacionales, e impiden o limitan el debate público proponiendo consenso y horrorizándose por una corrupción de la que siempre han sido y siguen siendo parte.
Y con una izquierda lennnnnta de reflejos, nadie habla del fondo de la cuestión.
Qué suerte para la desgracia!!
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