02 abril 2011

LA ÓPERA DE LA OPO

Con esto de la visita de Plácido Domingo, anduve pensando en la ópera. La ópera, como todos sabemos, es un género artístico que consiste en un drama presentado en escena con música.

Nuestra ópera narra la historia de amor entre un Pueblo (el argentino) y un modelo (el kirchnerista) con el que se sienten cómodos e identificados, pero aparecen una serie de personajes que intentan entorpecer ese vínculo.

Con sus diferentes estilos, estos Faustos de cabotaje, que han vendido sus almas al Diablo, se esfuerzan por seducir y conquistar al Pueblo, al que desprecian profundamente.

Primer acto:

El cálido romance entre el Pueblo y el modelo, encarnado en una Bella Dama, prospera, crece y se multiplica. El Pueblo abraza y cuida a la Dama que le está proporcionando bienestar y felicidad. Ambos, Pueblo y Dama, permanecen en idilio durante toda la obra.

Desde las sombras, El Diablo, Mefistófeles, pone en juego todo su poder. El Diablo, son varios y van rotando de acuerdo a las épocas… a veces son ministros de economía, otras veces son corporaciones, depende...

El Diablo aparece poco y nada en escena, porque tiene muchos voceros, y los usa. Estos voceros son fervientes empleados / apasionados esclavos / fieles testaferros / sumisos siervos oprimidos, que permanecen enamorados y dominados por el poder y el dinero. Algunos aparecen en la obra disfrazados de diputados o de periodistas.


Todos forman parte de la misma empresa explotadora, ladrona y sanguijuela que viola la ley como costumbre, que desprecia al Pueblo e intenta estupidizarlo mintiéndole sistemáticamente, formando una asociación delictiva que está acostumbrada a extorsionar al poder político, en este caso a la Dama Bella.

Ese verdadero seleccionado de hijos de puta, utiliza todos los medios a su disposición (que son como 250) para cometer toda clase de desmanes. Se refieren a la Dama Bella como una loca bipolar y golpeada, a personas de su entorno las llaman “lacra”, les pegan cachetazos en público, por supuesto califican a todos de corruptos, y se pasan el día emitiendo toda clase de exabruptos ofensivos en contra de figuras del oficialismo.

Pero aúllan escandalizados por una protesta gremial a la que transforman en un atentado contra la libertad de prensa supuestamente ideado por la Dama Bella y sus laderos, que son negros, feos y de pelo duro. El diario sale con la tapa en blanco, así que los espectadores lo usan para escribir sus consignas:

Entra en escena el tipo:





El tipo parece un invento, pero no lo es… viene a ser el mejor representante que el Diablo pudo conseguir después de buscar mucho, y a quien dedican los mejores titulares.

Se pone a entonar un aria con su voz de contratenor y canta pelotudeces como “la democracia se encuentra en su peor momento desde 1983” y “vivimos en un país asediado por la agresión, la intolerancia, la prepotencia”


Tiene una corte de asesores que le aconsejan no pensar. El joven Pro cumple al pié de la letra.



En el palacio donde habita, decidirán la candidatura a Jefe de Gobierno con un democrático y republicano repechaje entre Michetti y Rodríguez Larreta, que entonan a dúo el aria “el rodado 26 ya no enamora a nadie, viva el Guasón!”



Cierra el telón, se esperan aplausos que no llegan y arranca el 2º acto:

El tenor Sanz quiere conquistar al pueblo, pero lo ofende constantemente. Cada vez que abre la boca es para cantar arias donde anuncia que el dinero de la asignación por hijo se va por la canaleta del juego y la droga, o que los votantes de Catamarca se dejaron comprar por la billetera kirchnerista.

Se sube y se baja de las internas partidarias, mientras canta, perjudicando a propios y ajenos.

Tercer acto…

La mezzosoprano Carrió, artista conflictuada y carente de recursos económicos, como tiene que pagar el alquiler atrasado, entrega su alma a cambio de unas cuantas presencias en estudios televisivos. Mefistófeles Magnetto, desde las profundidades infernales, le promete fama y poder a cambio de su alma. Así que ella sale con el bastón y a voz en cuello derrama toda clase de barbaridades y profecías. Pero nadie le cree y aparentemente sacará el menor caudal de votos de la historia de la humanidad…

Se retira del escenario para dar lugar al siguiente cuadro:

El bajo (en todos los sentidos posibles) Duhalde quiere gobernar para todos… para los que quieren a Videla, y para los que lo aman y lo extrañan. Llega al teatro en compañía de su fuerza de élite.


El tipo (que mide 3 puntos), dice que la Dama Bella (que anda arriba del 45 por ciento de intención de voto), tiene miedo de presentarse a la elección. Y El Diablo se lo publica. Y le publica semejante desatino porque todavía se acuerda y agradece por la pesificación asimétrica.


Con su compañera soprano hacen un dueto formidable, y gorjean toda clase de ideas fachistas como dejar de construir escuelas y caminos para construir cárceles.

Por su parte, el barítono bufo Rodríguez Saa hizo un acto de cierre de campaña en la rural… donde juntó un grupito de gente… y les dijo que iba a resumir sus ideas en 10 palabras:

“Le gano a Duhalde y después a Cristina” (esas son 8 palabras… o yo no sé contar?).

Siempre acompañado de su hermanito, que gusta de vestirse de mujer.
(Mañana votan en la interna… curiosidad por saber el porcentaje de asistencia a las urnas.)

En estos momentos, los espectadores de la obra se preguntan porqué no generarán una república separatista de Clarín y se irán a vivir en un chalet, todos juntos, tan bien que se llevan…

Y se retiran de la sala para seguir a la Dama Bella que abandona el teatro.


En el escenario queda solo, cantando, el barítono Cobos, que no entiende porqué tiene tanta mala suerte, así que queda convertido en roedor y se las pica corriendo entre los telones.

(gracias a todos los amigos blogueros por todas las ideas, que afané minuciosamente)

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1 comentario:

Daniel dijo...

Juajua, es muy fuerte ésta ópera. Ese collage asusta!.

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