17 abril 2007
Y COMO SI TODO ESTO FUERA POCO...
El fiscal federal Federico Delgado le pidió al juez Daniel Rafecas que se investiguen las violaciones y abusos sexuales cometidos por los ex policías Julio Simón, "el turco Julián"
Samuel Miara, alias "Cobani" (en la foto, junto a los mellizos Reggiardo Tolosa, apropiados por Miara, posiblemente haya violado, torturado y asesinado a los padres)
y Juan Carlos Falcon (le decían Kung Fú por la ferocidad con que aplicaba sus patadas y conocimientos de artes marciales), a los comisarios Raúl González, Eduardo Kalinec, Gustavo Eklund y Luis Donocik, al oficial del Servicio Penitenciario Federal Juan Carlos Avena, al subcomisario Eufemio Uballes, a los oficiales Oscar Rolón y Roberto Sosa y a los oficiales de Gendarmería Guillermo Cardozo y Eugenio Apestegui.
¡Cómo me gustaría tener fotos de estos individuos, para escracharlos!!
Esto es en la megacausa por los crímenes cometidos en jurisdicción del 1er Cuerpo de Ejército, episodios ocurridos en el "Club Atlético" (que funcionó en los sótanos de la División Suministros de la Policía Federal, ubicado entre las calles Paseo Colón, San Juan, Cochabamba y Azopardo), "el Banco" (ubicado a 200 metros de la intersección de la Autopista Ricchieri y Camino de Cintura, La Matanza, y "el Olimpo" (que queda en Lacarra y Ramón L. Falcón, donde funcionaba la División Manteniento Automotores de la Federal)
Sádicos de mierda. Disfrutaban de disminuir a la mínima expresión la dignidad de los detenidos.
Ojalá que consideren la violación dentro de un centro de detención también como delito de lesa humanidad y que esto se desparrame a todo el país, porque fue una práctica totalmente común, considerando que hacían un grave daño al someter sexualmente a los secuestrados, un daño psicológico extremo, que se sumaba al daño físico.
Y para redondear el día, leo que en Mercedes, Corrientes, la directora de una escuela obligó a los alumnos a arrancar la hoja del cuaderno donde habían escrito la canción "La Memoria" de León Gieco...
Parece que un milico pelotudo, (estamos rodeados)... padre de un chico del colegio, se quejó. Y la directora de la escuela, prefirió censurar.
Al tipo le molesta la palabra genocidio, pero jamás le molestó la palabra tortura, ni violación... a la directora le molestan los problemas, así que se cagó en la palabra libertad, en la memoria, en sus alumnos y en la educación.
16 abril 2007
JAPI VERDI
09 abril 2007
LA CASUALIDAD NO EXISTE, MI AMOR
El profesor Carlos Fuentealba fue baleado desde atrás, con alevosía, el miércoles.
Nació en 1966. Creció en el campo de una familia muy pobre, cerca del lago Lanín, en San Martín de los Andes, a unos 400 kilómetros de Neuquén. En esa ciudad hizo la escuela primaria y la secundaria en un industrial de Neuquén varios años más tarde. Ahí se recibió de técnico químico, empezó a trabajar para mantenerse y como pudo intentó empezar a ser docente.
En los años que siguieron hizo de todo, trabajó en un laboratorio, en un supermercado y en una fábrica de jugo mientras viajaba en bicicleta para costearse los estudios. Sus amigos creen que su formación política empezó en los años del secundario cuando trabajó en la Uocra.
Carlos ahora tenía 40 años, dos hijas de 10 y 14 años y apenas un par de años de docente recibido. En estos años de todos modos hizo de su entrega un compromiso. Los maestros de la Cuenca lo eligieron delegado gremial y los alumnos le dieron el año pasado el premio del “rey del colegio” como mejor profesor.
El asesino
(bah... un engranaje de esa maquinaria que necesita el sistema para controlar la protesta social, como Fanchotti y como muchos más)
Darío Poblete tiene antecedentes judiciales fue condenado en noviembre del año pasado por apremios ilegales y vejámenes. Su víctima fue un detenido en la alcaidía de Zapala, pero apeló el fallo judicial y así consiguió mantenerse dentro de la fuerza policial.
La justicia neuquina le impuso a Poblete una pena de dos años de prisión más la accesoria de la inhabilitación por cuatro años para el ejercicio de sus funciones, teniendo en cuenta que el policía ya arrastraba una condena anterior en suspenso.
UN VERDADERO PERRO RABIOSO, de los preferidos por el sistema.
Lo que me hace pensar, que éstos no se equivocan cuando matan... Uno cree que matan al boleo, tiran al bulto... pero no...
No se equivocaron con Claudio “Pocho” Lepratti,
fue asesinado el 19 de diciembre de 2001, cuando estaba en el techo de una escuela del barrio rosarino de Las Flores. “¡Hijos de puta, no tiren que hay pibes comiendo!” Fueron las últimas palabras que gritó
El 26 de junio de 2002 policías bonaerenses asesinaron en la estación Avellaneda a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, quienes habían participado en un corte del puente Pueyrredón.
No eran dos pibes cualquieras tampoco...
Darío se preocupaba por los pibes que se drogaban, pensaba en cómo darles sentido a sus vidas, valorarlos, sacarlos del a marginalidad. Iba al frente siempre, tanto para hacer alguna actividad en el barrio como para resistir. Venía de una familia de clase media tranquila... padres enfermeros del Argerich, terminó la secundaria sin sobresaltos. Se fue a vivir a la villa de Chingolo, con su compañera. Allí construyeron una guardería, una biblioteca popular , el obrador que da trabajo a todos los desocupados del barrio.
Maxi era un artista, laburaba en el MTD, en la huerta comunitaria, construía un comedor comunitario junto a otros pibes del barrio, un horno para hacer el pan... después se iba a su casa en Glew. Cuando la policía inició la represión, Maxi, que había pasado su vida escribiendo poemas de amor y pintando seres incomprensibles, tiró un par de piedras hacia atrás para contener aunque sea un poco la brutal embestida y ayudar a que sus compañeros escaparan.
Hoy estoy demasiado caliente como para analizar ésto... en los próximos días vuelvo.
07 abril 2007
BASEORRRRRTO
04 abril 2007
HAY QUE SER NABO, EH???
Haciendo gala de principios coherentes y éticas incuestionables, dos acusados de fugaron: el torturador Arnoldo José López (que lo detuvieron poco tiempo después) y el ex mayor Ernesto Guillermo Barreiro, porfiado en su fastidio de presentarse en Tribunales para responder por aquello de que se jactaba, según sus víctimas de las sesiones de tortura.
Los sobrevivientes de La Perla lo recuerdan como “El Nabo” o “Hernández” ”, “Rubio” o “Gringo”, un duro, un sádico hijo de puta, nacionalista y antisemita, famoso por sus proclamas nazis durante las sesiones de tortura, que era el jefe de torturadores entre 1976 y 1979 en el CCD más conocido de Córdoba.
En abril del ’87 anunció que no se presentaría a declarar en la Cámara Federal de Córdoba para responder a los cargos que pesaban sobre él en una causa en la que se investigaba la muerte de 28 detenidos en la cárcel provincial.
Su actitud, urdida con su grupo de cómplices, detonó el levantamiento carapintada de Aldo Rico en Campo de Mayo de Semana Santa.
Pero ahora...
Así que ésta Semana Santa la pasa en la sombrita...
A todo ésto...
Bignone (Reynaldito Benito) fue interrogado por el juez federal Canicoba Corral, y negó haber cometido apología del crimen cuando en una carta dirigida a los jóvenes los invitó a concluir “lo que nosotros no supimos ni pudimos terminar” durante la dictadura.
Reynaldito argumentó que la expresión “lo que no pudimos terminar” estuvo referida a la edad de quienes “procuramos la verdad completa”.
Arrugueitor...
Yo me pregunto... si son tan machos, tan bravíos, y están tan seguros y orgullosos de lo que hicieron durante la dictadura... y no se cansan de repetir como loros borrachos que fue por “salvar a la patria”, porqué se rajan? porqué no enfrentan? porqué que reculan?